jueves, 4 de diciembre de 2008

Los otakus

Triibus Urbanas


La gráfica característica de los personajes del animé, con ojos desproporcionadamente grandes y brillantes no basta para explicar el fenómeno otaku y probablemente no alcancemos a hacerlo en este artículo. Pero algo habremos comprendido al llegar al final de la página.
Los otakus son la base de las tribus urbanas aficionadas a la cultura japonesa. Son jóvenes que se acercaron bajo la influencia del animé, y por añadidura, llegaron al “manga”, o historieta japonesa, que tiene también particularidades que la diferencian de occidente. Coleccionan afiches de personajes animados, imágenes, y se diría que tienen una pinta normal, aunque lleva una mochila y la polera repletas de chapìtas con imágenes manga y animé. Suelen acudir a los eventos relacionados con la cultura nipona, que se realizan en el planetario de la USACH, el campus San Joaquín de la UC, y hasta hace algún tiempo, el cine Normandie.
De ahí derivan otras tribus como los visuals, que además son devotos del j rock, o rock japonés, y las oshare, que son chicas que usan lentes de contacto de colores y visten un atuendo de mucama con falda corta, medias a rayas y en ocasiones se ponen orejas de gato y una cola de alambre.
También están los Cosplay, que son chicos y chicas disfrazados de dibujos animados. En un principio se los veía en concursos realizados en los eventos de animación japonesa. En los intermedios entre una película y otra se competía con disfraces de los personajes favoritos. Ahora lo hacen sin necesidad de competir, logrando resultados que impresionan por lo elaborados.
Fyto Manga es como su nombre lo indica, una institución en el manga y su trabajo en el campo del diseño y el cómic se ha extendido varias veces al ámbito televisivo. Hoy imparte clases de esta disciplina en el Centro de Estudios Integrales de Japón (CEIJA).
“El animé llegó a Chile (dice) en una época difícil para los jóvenes, a fines de los años 70, cuando había una sociedad súper restringida, y a partir de ahí ejerció una influencia que se fue traspasando a las nuevas generaciones en muchas formas, entre ellas el manga”.
¿Por qué pega tanto el manga?
Porque es un tipo de dibujo que no va dirigido exclusivamente a niños sino que abarca un público heterogéneo. En japón el cómic y los dibujos animados apuntan a un espectro amplio, mujeres, adultos, etc, incluso está el geronto manga, dirigido a los ancianos, es increíble. Se usa como medio informativo para educar, también en los manuales de procedimiento en la oficina, instrucciones de uso, etc. Entonces cuando se trata de historias dramáticas siempre vas a encontrar un personaje exacto que te va a gustar porque está pensado para ti, como hay para todas las edades.
¿Qué diferencias tiene respecto al cómic occidental?
Las series norteamericanas tienen una serie de restricciones que los japonenses ignoran: violencia, erotismo, historias más complicadas, tecnología, etc. En Japón por ejemplo no se considera indecente el desnudo, es común ver a los personajes desnudos, nunca ha significado un tabú y la mayoría de las veces no tiene connotación sexual. En los EEUU se privilegian las historias de superhéroes y en Japón no. Además el manga reivindica las minorías como los homosexuales, que se incluyen no como motivo de burla sino como una realidad natural, a pesar de que generalmente son personajes secundarios, son tan válidos como los protagonistas.
¿Qué edades tienen tus alumnos?
La mayoría es gente muy joven, de entre 12 y 25 años, pero también he tenido alumnos mayores de 50, interesados en esta forma de hacer gráfica, ya que ha quedado claro que el dibujo realista norteamericano y el cómic europeo quedaron atrás.
“Los otakus son gente super tranquila (dice Juan Luis Moya, estudiante de medicina de la Universidad de Chile), hasta un poco ñoña”. De acuerdo a Juan Luis, los visuals son un poco más rudos por escuchar rock pesado japonés y por lo mismo, les carga ser confundidos con otakus. Tienen una apariencia más agresiva, visten ropa negra y con accesorios fuertes, “en cambio el otaku anda con chapitas en las mochilas, son mas cabros chicos” concluye.
En cuanto a los oshare, de cuerdo a Juan Luis usan ropa rosada o de colores fosforescentes, con estrellitas, andan con conejitos, peluches y accesorios de ese tipo, algunos incorporan orejas de gato a su atuendo. Escuchan grupos japoneses de música movida, energética, son mas entretenidos y tienen la filosofía de estar siempre felices.
- Son lo opuesto a los emos, entonces.- Sí.- ¿Qué grupos musicales son visuals?- En Chile está re:ani, Maniquin, y otros. Y fuera de Chile X-Japan, Versailles, etc. - ¿Qué dicen sus letras?- Son súper variables, generalmente las más livianas son de amor y las más pesadas son de vampiros, sangre. Generalmente combinan la estética de la Revolución Francesa y la época victoria, la combinan con letras ambientadas en el barroco.
Rodrigo Sánchez estudia periodismo en la Universidad de Valparaíso, y ya no es otaku porque considera que eso lo encasillaba de alguna manera: “quizás a los más niños les sirve definirse para formar comunidad pero a medida que uno crece es necesario abrirse mas al mundo”, concluye.
En su opinión lo que distingue al otaku es la devoción por la cultura japonesa, la historia, el teatro kabuki y las artes gráficas. En lo musical distingue dos ramas, por un lado el pop japonés, protagonizado por las divas o las idol, especies de cantantes al estilo madonna, muy occidentalizadas, y en un segundo lugar la corriente eroburo, más agresiva. Los jóvenes que se considereran j rokeros (seguidores del rock japonés) escuchan música agresiva, con raíces en el metal. Visten de negro con mechones de pelo de colores y bototos.
“En Japón (cuenta) se toman los estilos más por una puesta en escena que por lo meramente musical”. Así, lo que caracteriza al eroburo es la puesta en escena, con vestimentas grotescas, oscuras, resaltando la fealdad. “Lo opuesto es la corriente oshare, que realza la ternura, las cosas más femeninas, los ositos de felpa, conejos, etc, las chicas visten faldas a cuadros, son mas pop”.

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